La consultora "Opinion Way" de Francia relevó datos inquietantes
para el gobierno francés. Si no hubiera elecciones para presidente, el actual
mandatario Francois Hollande perdería en segunda vuelta con la derechista
Marine Le Pen. A su vez, si su antecesor, Nicolas Sarkozy, se presentará como
candidato, también derrotaría al actual presidente. Por su parte, si se
dirimiera la presidencia entre Le Pen y Sarkozy, el triunfo sería para éste
último por más de 20 puntos.
La popularidad de Hollande ha caído producto de la crisis
económica que vive la eurozona y a la que no ha podido encontrar la manera de
recuperar la senda del crecimiento económico y disminuír la tasa de desempleo
que hoy supera al 10 por ciento de la población.
El Partido Socialista de Hollande sufrió una derrota en las
elecciones locales del mes pasado, perdiendo terreno ante el partido opositor
de centroderecha UMP y el Frente Nacional de Le Pen, que está previsto que
obtenga fuertes resultados en los próximos comicios europeos.
Los pobres resultados llevaron a Hollande a reestructurar su
gabinete y designar a Manuel Valls como nuevo primer ministro. Pero aunque la
popularidad del nuevo funcionario mejoró desde entonces, la de Hollande
permanece por debajo del 20 por ciento.
Las elecciones serán en el 2017 y parece que la mayoría de
los franceses que inclinan hacia una opción de derecha o ultra derecha, algo
que sucede en muchos países que sufren la crisis financiera internacional.
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