domingo, 28 de septiembre de 2014

El unicornio asustado

Por Santiago Molle *

El unicornio es el animal nacional de Escocia. En la mitología celta, éste representa la inocencia y la pureza, la vida y la alegría. Pero también hace referencia a la masculinidad y al poder. En el escudo de armas del Reino Unido aparecen enfrentados el león (que representa a Inglaterra) y el unicornio (que, lógicamente, representa a Escocia) con una particularidad: el unicornio aparece encadenado, mientras que el león no tiene ataduras de ningún tipo. El folclore dice que esto se debe a que un unicornio libre es una bestia peligrosa. Existen, además, dos versiones del escudo: la inglesa y la escocesa. En la primera el león aparece sobre el lado izquierdo y es el único de los dos animales que lleva una corona sobre su cabeza. En la versión escocesa es el unicornio el que se encuentra ubicado sobre el lado izquierdo, esta vez coronado al igual que el león.



El pasado jueves se llevó a cabo un histórico referéndum en donde se le preguntó a los escoceses si consideraban que su país debía separarse del Reino Unido. Tratándose de una consulta vinculante pero no obligatoria es interesante destacar la gran concurrencia a las urnas: el 84,59% del total de habilitados para emitir su voto. El resultado final de la consulta consagró al NO con un 55,30% frente al SI que obtuvo el 44,70%. Resulta, como mínimo, llamativo que ante la posibilidad de obtener su anhelada independencia haya triunfado la opción de permanecer dentro del Reino Unido. Como todo fenómeno social cualquier intento de explicación será subjetivo e insuficiente dada la multicausalidad de los mismos. No obstante considero, personalmente, que hubo un factor fundamental que ayuda a explicar el resultado de la consulta: el miedo.

Nada descubro si señalo el rol fundamental que tienen hoy en día los medios de comunicación al momento de formar opinión; pero no por poco novedoso deja de ser esto trascendente. Ayudados por las dudas y los silencios de los partidarios de la independencia escocesa, fundamentalmente en materia monetaria y económica, los medios de comunicación (en sintonía con los unionistas) se encargaron de crear un escenario, como mínimo incierto, que habría de producirse si Escocia optaba por su independencia. Cuestiones relativas a la moneda, los impuestos, la seguridad social, el sistema de salud y las pensiones eran el blanco de especulaciones que llegaban a augurar, en algunos extremos, condiciones cuasi apocalípticas que seguirían a la victoria del SI. Hacer análisis contra fácticos tiene poco (o nulo) valor, pero su eficacia está sobradamente comprobada: apelar a cuestiones irracionales -como el miedo- reporta interesantes beneficios de cara a una población que vive atravesada por la presencia de los medios de comunicación. La solemne imagen de un experto o la opinión del editor de un medio de gran alcance aparecen rodeadas de un aura de autoridad incuestionable difícil de contrarrestar cuando no se cuenta con el mismo calibre comunicacional. Resulta ilógico pensar que alguien elija soberanamente el camino de la subordinación, pero cuando se introducen variables que apuntan a lo emocional antes que a lo racional el resultado escapa a toda lógica posible.

Apelar al miedo y la incertidumbre como recursos para movilizar la opinión de las masas no es algo nuevo y sin embargo su eficacia no parece disminuir. Seguramente no sea este el único factor que explique el resultado del referéndum, pero sin dudas debe tenerse en cuenta al momento de tratar de entender por qué el unicornio continúa encadenado.

* Economista.

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